¡Feliz año nuevo!

Bon Any Nou
Feliz Año Nuevo
Happy New Year
明けましておめでとう
新年快乐
新年快樂

¡Qué ilusión me hace que sea el año del carnero! (Nací en el 1991 :D)
Aunque no entramos en él oficialmente hasta febrero.

Hoy hemos celebrado San Esteban en el hospital ya que no podemos llevar a mi abuela a casa. La cosa ha ido mejor de lo que imaginaba porque hoy no se encontraba tan mal.

Mi abuela ahora ya está en una fase de altibajos con la que va a tener que convivir ya hasta el final... pero ahí está ella. Es tan valiente... Ella cree que está bien, y hay días que incluso dice que se siente recuperada, pero eso es porque no sabe la verdad.

Ya le han empezado a inyectar morfina. Eso sí que lo sabe. De hecho también nos lo contó susurrando (: "me estan poniendo eso que le ponen a los terminales... yo no quiero eso, eh? que yo estoy bien! si me duele mucho mucho sí, pero de momento no lo quiero!"). Ahora la tienen engañada y a cambio de las inyecciones le ponen unos parches de morfina que duran unos días. Ella se piensa que son de calmantes más suaves...

Tengo una relación amor-odio con la morfina. Le agradezco que le quite esa sensación de dolor a mi abuela. Dicen que el cáncer que ella tiene es de los peores, de los más dolorosos... Y lo último que queremos es que sufra. Pero hay que pagar un precio por ello. No sólo la morfina la deja un poco... atontada. También le está accelerando la enfermedad. Y si ya iba rápida de por si...

La verdad es que no sé cuánto va a durar esto. Viendo cómo de tranquila está a veces, es difícil de imaginar...

En fin.

Estoy contenta porque ha pasado más de un mes desde que quedé con alguien para salir y por fin me he animado a salir mañana :D A ver qué tal va♥

Menuda mierda

Llevo una semana de lo más asquerosa.
No es justo que una de las personas más maravillosas tenga que sufrir de tal manera a estas alturas de su vida.

Ingresamos a mi abuela por una infección de orina que llevaba arrastrando desde más de un mes atrás justo el día después de mi examen. Al día siguiente, nos dieron la peor notícia que nos podrían haber dado. Desde luego no era nada esperado. Ha sido un palo muy grande para todos.

Al final lo de menos era la infección. Un tumor en el páncreas que está avanzado muy rápidamente está apagando la vida de mi abuela. Y no hay vuelta atrás. Ya no podemos hacer nada.

Sé que 80 años son muchos, pero para una mujer como mi abuela, con una cabeza muy bien amueblada e independiente, no significaban para nada el final. Nunca habíamos pensado en el día que nos fuese a dejar. De verdad que para nosotros ese día nos caía muy lejano.

Esta semana ya han empezado a inyectarle la morfina y pronto la enviarán para casa. Como no quiero que esté sola en casa, me estoy pensando de mudarme con ella y pasar los últimos días a su lado. No sé si serán semanas o meses, pero sí sé que será muchos menos de lo que me gustaría.


Mi yaya bonita.

Menuda injustícia te toca vivir...

Bienvenido seas, diciembre.

Hay que ver cómo pasa el tiempo. Sin darme cuenta ya hemos entrado en la recta final del año. Y apenas he podido usar el anorak, que es lo que más me gusta de esta época...

Bien, pues esta semana toca hacer lo que no he hecho hasta ahora: estudiar. El domingo me presento al exámen oficial de japonés y aún no he mirado ni qué sale. Va a ser una semana a contrareloj. Lo bueno es que estrenamos libretaヽ(´▽｀)/

Black Frideando en ambulancia

El día pintaba bien. El sol asomaba por la ventana en un supuesto día de lluvia. Me desperté con ganas de salir y me decidí a bajar a Barcelona aprovechando el Black Friday.

En la estación me encontré con un ex-compañero al que hacía tiempo que no veía e hicimos el viaje juntos en tren, con lo que el trayecto se hizo mucho más ameno. Cuando nos separamos fui a la agencia de trabajo a entregar unos papeles y enseguida me puse a mirar ropa. Tenía un objetivo: una trenka bonita (y barata) para poder jubilar mi abrigo actual.

Por desgracia el Black Friday acabó muy rápido para mi. Cuando estaba ojeando en una de las tiendas, a la que me dí cuenta, estaba tirada en el suelo y la dependienta ya estaba llamando a la ambulancia. De la vergüenza que pasé, cuando recuperé fuerzas me volví de nuevo para casa.
Menudo desastre.

Eso sí, no me vine con las manos vacías. Acabé haciéndome con este vestido de Pull and Bear.

¡Es mi primer vestido de noche/fiesta!

La verdad es que hasta el año pasado no me había puesto un vestido (por voluntad propia). Los complejos siempre me lo han impedido. Pero desde que empecé a coger peso que me siento mejor conmigo misma y ahora no le hago ascos a los vestidos ni a las faldas.

¡No veo el momento de estrenarlo!